El procurador de Ciudadanos recuerda que estas infraestructuras han de ser aprovechadas en una comunidad autónoma agrícola y propone compatibilizarlas con usos recreativos y deportivos.
El Procurador de Ciudadanos en las Cortes de Castilla y León, José Ignacio Delgado, ha solicitado que se active el uso de la presa de Arauzo de Salce, en la Ribera del Duero. Ya en el año 2014, Delgado junto con asociaciones de pescadores de Madrid solicitaron habilitar la presa como punto recreativo y deportivo. La presa, cuyas obras finalizaron en mayo de 2007, no ha prestado ningún servicio desde entonces y es por este motivo por el que Delgado ha exigido a la Junta que “tal y como propuso la Consejera de Agricultura el pasado año se destine una pequeña parte de los 22 millones de euros reservados a regadíos en la Ribera del Duero a su puesta en marcha y que al menos se llene”.
Localidades del entorno de Arauzo de Salce y la comunidad de regantes del río Aranzuelo llevan años reivindicando un aprovechamiento tanto agrícola, como piscícola, como recreativo del pequeño embalse construido por la Junta en el arroyo Sinovas para regular el caudal ecológico de los ríos Arandilla y Aranzuelo, y que pretendía ampliar la zona regable de este último cauce fluvial de 251 a 1.100 hectáreas. “Casi 11 años después de la finalización de la presa la habilitación de las nuevas zonas de riego no se ha llevado a cabo por falta de financiación para ejecutar la infraestructura para canalizar el agua hasta las parcelas” ha recordado el procurador de Ciudadanos que ha añadido que “la Junta ha creado un Plan de regadío de 21 millones de euros y no parece querer aprovechar las infraestructuras que ya tenemos y que son imprescindibles para luchar contra la sequía”.
José Ignacio Delgado, ha exigido la puesta en valor de este “mini pantano” -donde actualmente está prohibido el baño y cualquier otra actividad acuática- por considerar que “podría ser un recurso turístico de primer orden como ya planteamos en su momento a la CHD y a la Junta, al poderse crear un coto de pesca en una balsa en la que ya han mostrado interés algunas asociaciones de pesca deportiva burgalesas, castellano y leonesas o madrileñas”.
Delgado ha denunciado que “es absurdo que teniendo un recurso natural como éste no se esté gestionando. Ya que no se puede usar para regar, por lo menos que se aproveche con fines recreativos y deportivos. Es una perita en dulce porque es un pantano totalmente cerrado y puedes controlar todos los recursos que genera sin riesgos”. Y es que según los cálculos realizados por el procurador de Cs y por los promotores de la iniciativa la puesta en marcha del proyecto generaría la creación de dos puestos de trabajo directos como guardas, y reportaría unos ingresos iniciales a la comunidad de regantes de entre 30.000 y 50.000 euros.
“No son nuevas las pegas surgidas desde la administración regional, la CHD dice que se requiere una tramitación medioambiental. Y el problema está en la Junta. En la Consejería de Medio Ambiente en Valladolid dicen que quien tiene que pedir la evaluación de impacto ambiental es la Junta desde Burgos, y ésta dice que todavía no lo manda porque no se lo han dicho sus superiores o sus técnicos”, lamenta Delgado, que ha criticado que no sea la propia Administración la que abandere la iniciativa dado su interés social y económico.
El embalse, que cuenta con un recorrido perimetral de 4,8 kilómetros, se ha convertido en un enclave natural privilegiado para la observación de una gran variedad de aves, como atestiguan las numerosas citas recogidas en el Anuario Ornitológico de Burgos. Según Delgado, “la actividad de la pesca sería perfectamente compatible con la explotación del embalse a nivel recreativo con embarcaciones a remo, vela o pedales, pero desde luego nunca a motor, así como la habilitación de una especie de playa para el baño. Un negocio que, unido a un establecimiento de hostelería, podría dar de comer a una familia”. El procurador de la formación naranja ha indicado que “la riqueza generada con una pequeña inversión por parte de la Junta se notaría en toda la comarca, tanto a nivel recreativo con ingresos que podrían rondar entre los 30.000 y 50.000 euros para la comunidad de regantes y que servirían para abaratar los costes de mantenimiento de una infraestructura abandonada y totalmente necesaria en tiempos en los que la sequía acecha el suelo de Castilla y León”.