• El grupo municipal de Ciudadanos destaca la nefasta gestión del Grupo Municipal Popular durante 2017

 

Para el Grupo Municipal de Ciudadanos, realizar un balance del año que ha pasado, obliga a determinar el grado de cumplimiento del acuerdo suscrito hace hoy un año con el Grupo Municipal Popular, que tenía por objeto dotar de mayor estabilidad y control la acción de gobierno de este último, cumplimiento que ha sido mínimo, por lo que la escasa confianza que se tenía en la palabra del alcalde, se ha perdido totalmente.

La acción política del equipo de gobierno se ha centrado en destinar todos sus esfuerzos y recursos a poner en marcha numerosas licitaciones de obras que concluirán en vísperas de las elecciones locales, paralizando el devenir diario y funcionamiento normal del ayuntamiento. (reconocimientos extrajudiciales, expedientes de última hora).El alcalde confunde gestionar con “gastar”.

Deriva absolutista: dificulta la intervención de los órganos colegiados del ayuntamiento, los margina y se gobierna a golpe de decretazo y acuerdos de junta de gobierno. Se ningunea a la oposición.

El Sr. Lacalle presume de ambiente de consenso y colaboración en el consistorio, cuando la realidad es que ha apartado intencionadamente a Ciudadanos de toda negociación, alcanzando acuerdos únicamente con el otro partido de la vieja política, buscando ambos el apoyo del otro para su superviviencia.

Ambas formaciones han consolidado y perpetuado en el tiempo la deuda millonaria de ambos consorcios que pagarán nuestros nietos. 76 millones asumidos directamente por las arcas municipales. El resto a pagar durante 25 años.

Remanentes millonarios por falta de ejecución presupuestaria. No es un logro, es un fracaso.

No ha sido capaz, o no ha querido, gestionar el problema del parque de Artillería. Tendrá que explicar las llamadas de Defensa no respondidas. Sentencia del parking de Gamonal.

El primer edil es incapaz de dirigir un equipo de siete personas. No consigue coordinar esfuerzos, sacar lo mejor de cada uno y liderarlos en la misma dirección. Al contrario, los enfrenta continuamente, con decisiones poco afortunadas en el fondo y la forma.

Del balance efectuado por el Sr. Lacalle se deriva una descripción idílica de la situación de la ciudad. Algunos de los datos positivos sobre desarrollo industrial y empleo, no obedecen a la acción del gobierno municipal, sino a la propia iniciativa privada que sigue luchando a pesar de los obstáculos y de la escasa ayuda percibida.

La cruda realidad es que la ciudad sigue perdiendo importancia y peso respecto de otras de su entorno, en materia industrial, tecnológica y de infraestructuras, sin AVE, sin directo, sin Parque tecnológico, sin proyectos sostenibles.

En el otro lado de la ecuación, destaca el compromiso de Cs con la transparencia y la defensa de la legalidad. Para ello, el grupo municipal fiscaliza la labor de gobierno y denuncia todo aquello que considera inapropiado y mejorable. Comisión de investigación de los consorcios.

          Ciudadanos tiene “un proyecto de ciudad para Burgos”. Prueba de ellos son las numerosas proposiciones que se han presentado al respecto. Muchas de ellas han obtenido el respaldo mayoritario del pleno pero no se han puesto en marcha por falta de voluntad política del grupo de gobierno que ve mal que el grupo minoritario se anticipe y promueva iniciativas que los populares no han sabido ver, al carecer de estrategia alguna.

Hemos apostado por la modernización de la administración, la transparencia (reducción drástica de la administración paralela), la promoción de la ciudad, el aeropuerto, la participación, la movilidad sostenible….

Aunque Javier Lacalle es “un gestor y un líder nefasto, que no consigue coordinar ni a sus siete concejales, ¿cómo va a poder dirigir la ciudad?”

Por todo ello el año y medio que queda por delante, “el papel que debe jugar Cs es el de oposición”, fiscalizando la acción de gobierno y exigiendo transparencia y legalidad y abiertos a proyectos de futuro para la ciudad.